Beneficios para el desarrollo evolutivo infantil mediante juegos de construcción

El desarrollo físico y psicomotor

Favorecen la estimulación de las habilidades como la coordinación ojo-mano y las psicomotrices tanto habilidades motoras finas en caso de manipular objetos de pequeño tamaño, permitiéndoles fortalecer manos y dedos trabajando la destreza manual mejorando la coordinación y la precisión de movimiento; o las gruesas y la fuerza, en caso de que los elementos sean más grandes y pesados.

El desarrollo intelectual

Desarrollan procesos cognitivos como la intuición la creatividad, la concentración, la atención y la agilidad mental ya que han de procesar datos y solucionar rápidamente los problemas que puedan plantearse durante el juego de construcción.

Mediante este tipo de juegos los niños aprenderán a reconocer mejor su entorno y el mundo que les rodea, les ayuda a adquirir y trabajar las habilidades visoespaciales como la perspectiva, el espacio y su propia ubicación en él) o las posiciones (arriba-centro-abajo, dentro-fuera, delante-detrás), y visoperceptivas como las proporciones o cuantitativo (grande-pequeño, largo-corto, ancho-estrecho, igual-diferente, lleno-vacío).

Estimulan las funciones cerebrales ejecutivas de organización, atención, la toma de decisiones y la resolución de problemas ya que estas actividades requieren de planificación, esquema o modelo a seguir. Mejorando también la memoria de trabajo necesaria para tareas cognitivas más complicadas. Y recogiendo los materiales una vez finalizado el juego genera el hábito de orden y a respetar las normas necesarias.

Ayudan a la compresión de pautas para que las construcciones no se desmoronen y funcionen correctamente, incorporando las leyes de la física que van relacionando de forma intuitiva y por prueba-error como puede ser la gravedad, el peso, el equilibrio, el rozamiento, las fuerzas…  Y entran en contacto con materiales y sus propiedades específicas como la dureza, resistencia de los materiales, así como también les permite conocerlos y estimularlos sensorialmente (madera, metal, piedra…) Ayudando también en la comprensión de las matemáticas a entender las formas geométricas.

El desarrollo afectivo y social

Desarrollan el concepto de trabajo en equipo o de juego colaborativo que ayudan a tener una visión colaborativa y participativa, si como la cooperación en pos de un objetivo común para lo que deberán trabajar las habilidades sociales. Son también un excelente material para los juegos de simulación, donde los niños y niñas adoptan diferentes roles o papeles, utilizándolo como mecanismo de sustitución y representación de la realidad.  Cuando juegan en grupo o entre hermanos fomentan valores como la cooperación y la colaboración. 

En el ámbito de la educación emocional refuerza la autoestima, la confianza y la seguridad en ellos mismos al ver que lo que construyen tiene una función. Y facilita la gestión de las emociones, paciencia, tolerancia y la frustración, ya que es posible que les lleve algunos cuantos intentos la construccion y recordemos que también les encanta destruir, ¡sobre todo lo ajeno!

El desarrollo del lenguaje

Y aceleran el aprendizaje del lenguaje en lo bebes y amplían su vocabulario a los más mayores. Invitan a la comunicación al ser juegos que normalmente puede con otros niños.

Todo este bagaje me demuestra la importancia de la construccion en todas las etapas del individuo, no solo como generador de espacios u objetos, si no en lo necesario y casi obligatorio de practicar este tipo de juegos para la construccion de la persona en si misma.