Domiko

Lógica recíproca

Kits de construcción para niños

Domiko: un mundo simbólico dentro de un icosaedro.

Domiko pertenece a la colección Lógica Recíproca, una línea de kits de construcción en madera natural inspirada en la geometría, la arquitectura y el juego libre.

Fabricado en madera de haya y conectores de acero y pvc, Domiko está compuesto por 31 palos de 1 m y 14 conectores, que al ensamblarse forman un icosaedro completo: una figura de veinte caras triangulares que enseña los principios de equilibrio y simetría de manera tangible.

Al retirar una de sus caras pentagonales, la estructura puede asentarse como una cúpula o refugio, y los palos retirados se convierten en pieza de entrada o repuesto.
En su versión abierta, permite construir tetraedros, pirámides, octaedros y otras formas libres, fomentando la exploración, la experimentación y la comprensión espacial.

Pensado para talleres, escuelas y familias, Domiko transforma la geometría en una experiencia sensorial y colectiva: una construcción que se levanta con las manos y se entiende con el cuerpo.

Características técnicas

  • Contenido del kit:
    • 31 palos de madera (1 m)
    • 31 palos cortos para maqueta
    • 14 conectores
    •  1 bolsa de almacenaje
  • Edad recomendada: +5 años
  • Medidas aproximadas: radio 1,10 m – diámetro 2,20 m
  • Material: madera de haya, acero y pvc.
  • Uso: Interior o exterior cubierto, suelo plano recomendado.

Beneficios educativos:

  • Introduce la geometría tridimensional de forma vivencial
  • Fomenta la cooperación, la resolución de problemas y la creatividad
  • Desarrolla pensamiento estructural y nociones de equilibrio
  • Promueve la sostenibilidad y el vínculo con los materiales naturales

¿Cómo usarlo?

Un material vivo, versátil y evolutivo

Un material sencillo en su forma, pero lleno de posibilidades.
Domiko acompaña el crecimiento de niños y niñas a lo largo de muchas tapas del juego, desde el descubrimiento sensorial hasta la exploración simbólica y el pensamiento matemático.

Etapa sensorial – bebés que gatean

Domiko puede convertirse en un pequeño universo de estímulos.
Cuelga de su estructura elementos sonoros o móviles naturales: cintas, campanas, conchas o piezas de madera.
Al pasar gateando, los bebés los tocarán, los harán sonar, observarán las sombras y disfrutarán del movimiento.
También puedes colgar telas con flecos o retales de distintos tejidos, creando un túnel sensorial que invita al tacto y al juego.

Etapa motriz – niños y niñas que caminan

A medida que crecen, aparece el deseo de refugio y escondite.
Coloca telas por encima, sujétalas con pinzas, crea ventanas y puertas.
El cubo se transforma en cabaña, casa o guarida, un espacio propio donde entrar, salir, esconderse y mirar el exterior desde dentro.
Un pequeño laboratorio de autonomía y juego libre.

Etapa simbólica – construir mundos

Construir cabañas es una necesidad universal.
Domiko se convierte en escenario, casa, barco o laboratorio, según el día.
A través de este juego simbólico los niños ensayan roles, expresan emociones y exploran la arquitectura como extensión del cuerpo y del pensamiento.
(En nuestro blog encontrarás artículos sobre el valor de este juego y por qué los niños siempre volverán a construir cabañas.)

Etapa lógica – pensamiento matemático

¿Qué mejor forma de comprender el espacio que construyendo icosaedro gigante?
Con Domiko, los niños pueden ver, medir y habitar la geometría.
La noción de volumen, proporción y estructura deja de ser abstracta para volverse tangible.
Así, el juego se transforma en una herramienta de aprendizaje y experimentación.