Cuando jugar es construir mundo
En Coloniales llevamos tiempo trabajando desde una idea sencilla y profunda: el juego no prepara para la vida, es vida en sí misma. La metodología Anji Play, nacida en China, conecta de forma directa con esta mirada y refuerza muchas de las prácticas que ya exploramos en talleres, patios escolares y proyectos de juego en la ciudad.
Más que presentar Anji Play como método, nos interesa leerlo desde nuestra experiencia: el niño como habitante activo, el cuerpo como herramienta de conocimiento y el espacio como material educativo.
¿Qué propone Anji Play?
Anji Play se basa en el llamado juego verdadero: un juego
- elegido libremente por los niños,
- sostenido en el tiempo,
- no dirigido por adultos,
- atravesado por emoción, riesgo y sentido.
Desde Coloniales lo vivimos así: cuando el adulto deja de dirigir, el juego se vuelve arquitectura. Aparecen estructuras, reglas propias, negociación, equilibrio, error y reparación. El aprendizaje ocurre porque es necesario, no porque esté programado.
Riesgo, cuerpo y autonomía
Uno de los pilares clave de Anji Play es el riesgo entendido como experiencia real: subir, caer, calcular, volver a intentar. No como imprudencia, sino como aprendizaje corporal y espacial.
En Coloniales defendemos que no hay autonomía sin riesgo ni comprensión del espacio sin experiencia física directa. Los entornos excesivamente seguros generan cuerpos pasivos; los entornos que permiten riesgo acompañado generan niños atentos, competentes y responsables.
Materiales abiertos y pensamiento constructivo
Tablas, cuerdas, cajas, piezas grandes sin instrucciones. Anji Play apuesta por materiales abiertos, aquellos que no dicen qué hacer, sino que invitan a explorar.
Esta idea conecta con nuestra investigación en juguetes constructivos, lógica recíproca y procesos edificantes: construir no es reproducir formas, es pensar con las manos.
El rol del adulto: cambiar de lugar
En Anji Play el adulto observa, cuida y documenta, pero no dirige. Una presencia atenta que sostiene el tiempo largo del juego.
Desde Coloniales añadimos una clave más: leer el espacio. Preparar contextos ricos, flexibles y no domesticados donde el juego pueda emerger con fuerza.
Juego, patios y ciudad
Anji Play nos recuerda algo esencial: el problema no es la infancia, es el espacio que le ofrecemos.
Esta mirada conecta directamente con nuestros proyectos de renaturalización de patios, toma de la calle y juego en la ciudad. No se trata de aplicar una metodología, sino de reivindicar el derecho de la infancia a habitar el mundo con el cuerpo entero.
Más que un método, una posición
Anji Play no es una receta a copiar. Es una confirmación:
- que el juego libre es profundamente serio,
- que el riesgo educa,
- que el espacio enseña,
- y que los niños no necesitan ser guiados constantemente para aprender.
En Coloniales seguimos trabajando desde lo local, lo material y lo vivido, creando contextos donde el juego vuelva a ser una forma radical de conocimiento.
Si quieres conocer cómo aplicamos estas ideas en talleres, patios escolares o espacios urbanos, explora nuestros proyectos o escríbenos.
